martes, 24 de febrero de 2015

¿Qué puedo hacer yo para que el círculo este mejor? Convivencia en el aula.


 

Al entrar en un sala a dar clase podemos ver cómo los alumnos suelen adentrarse con su energía revoltosa, llena de vida y su hermoso desorden asociado. 
Es normal que tarden un rato en ordenarse, una de las funciones más complicadas del maestro o pedagogo es hacer nada para permitir que sean los alumnos quienes se autorregulen. ¡Tarea compleja nuestra labor! La de estar presente sin dirigir el presente.
A la hora de hacer un círculo desde el que poder trabajar es importante no caer en la prisa y querer terminar siendo nosotros quienes ordenemos el coro. 
Recordamos que los niños (y nosotros también) sentimos antes la intención que el mensaje y de nada sirve decir una cosa y terminar haciendo otra. Mucho menos ahora donde, al menos en España, las clases se han reducido a 45 minutos. 


Trabajar en círculo tiene múltiples beneficios para la actividad pedagógica. Nosotros proponemos la siguiente actividad/rutina para que los alumnos poco a poco aprendan a autorregularse en el aula. 
¿Qué puedo hacer yo para que el círculo este mejor? 
Es importante que no sintamos el pánico del querer que los chicos hagan las cosas rápido y a nuestro modo. Para eso tenemos que armarnos de paciencia y respeto y permitir dejar que las cosas sucedan. Comprender la naturaleza del ser humano y del niño (dependiendo de la edad y del contexto que viven ese día) nos ayuda a simplemente entender que cuando la clase esta revoltosa es porque lo necesita. Es decir, en la clase emergen una serie de conductas o energías que son necesarias para el grupo se autorregule y termine buscando el equilibrio. (Recordamos que una clase es un sistema y todo sistema busca el equilibrio). Si nosotros interferimos en el orden la energía del aula se verá interrumpida y esto traerá consecuencias negativas más adelante. (Como por ejemplo, una excesiva dependencia al apoyo externo para la consecución de sus objetivos y deseos)
Hemos de ser capaces de crear un ambiente de respeto y consciencia; y para eso nosotros proponemos esta tarea dentro del círculo. 
¿Qué puedo hace yo para que el círculo este mejor? 
En vez de decir a los niños: "Muévete!" " Córrete para atrás" e intentar ordenarles, nos paramos durante unos segundos y les pedimos que miren a su derecha y a su izquierda y en que en vez de decirle a los demás lo que tienen que hacer; que sean ellos quienes se muevan y busquen un lugar desde el que el grupo este "bien". 
De esta manera los chicos van aprendiendo a tomar consciencia sobre su espacio y cómo sus movimiento generan movimiento en los demás. 
A menudo existen chicos que no saben que hacer. En ese caso, le preguntamos si necesita ayuda. Tiene que ser el niño el que pida ayuda y no la clase quien se la de sin haberla pedido. Nosotros siempre decimos que es muy bonito eso de ayudar a los demás, pero es importante que nos hayan dado permiso para ayudar. 
Suele suceder que los chicos tímidos nos hablan y suelen ser lo compañeros quienes completan las frases que él no se atreve a decir. Les explicamos que cuando hacen eso, lo que están provocando es que el otro cada vez sea más débil. A este respecto solemos contarles el cuente del "Arbol debora-semillas" que postearemos más adelante. 
En definitiva ¿Qué podemos hacer para que el círculo este mejor? Permitir que los chicos HAGAN y no DIGAN lo que pueden hacer. Y que esto les lleve a la acción y no al pensar y divagar sobre lo que es mejor o peor. Generar movimientos de bienestar en el aula.
* Esto que proponemos puede extenderse a cualquier ámbito. En el hogar también lo podemos hacer. ¿Qué puedes hacer para que el cuarto este más feliz? ¿Que puede hacer Papá para que tú este más feliz? Hemos de busca preguntas que nos lleven a la génesis de acciones.


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